martes, 26 de noviembre de 2013

LA ESCUPIDERA NACIONAL


LA ESCUPIDERA NACIONAL

 

         La Escupidera nacional está llena. No le cabe más, pero la gente sigue escupiendo mientras mira atónita la realidad que le rodea.

         Hay quien escupe su rabia contra los seis millones de parados que infectan este país sin que el gobierno dimita en bloque por ser incapaz de rebajar la cifra que existía en las últimas elecciones, un millón menos, y sin que se le caiga la cara de vergüenza, antes al contrario, saque pecho afirmando que hay luz tras el túnel cuando solo se trata de la linterna que ha encendido Montoro para hacernos creer que se trata de la luz del sol. Mentiras, escupitajo.

         Otros escupen su dolor contra unos desahucios que te arrancan de la casa que has estado pagando durante años y enriqueciendo a los bancos que te prestaron el dinero, mientras los bancos aplican esas viviendas como pasivo en su contabilidad, cobran del fondo europeo, descuentan ganancias en el activo, reciben subvenciones y se quedan con las viviendas a precio de saldo en las subastas. Mentiras, escupitajo.

         Algunos escupen su indignación porque se están poniendo en libertad a los etarras, asesinos y violadores, mientras meten en la cárcel al que roban para comer y empujan para no ser arrojados a patadas de su vivienda, cuando nos vendieron que las víctimas del terrorismo y la lucha contra la inseguridad ciudadana iba a ser una de las prioridades de este gobierno después de la lucha contra la crisis. Ni luchan contra uno ni pelean contra lo otro. En lugar de ello se hace una ley contra las manifestaciones para que ni tan siquiera puedas quejarte. Mentiras, escupitajo.

         Y los demás escupen su impotencia contra un gobierno que recorta en sanidad, educación, justicia, pensiones, y sueldos a los funcionarios mientras suben las sanciones, las multas, los impuestos y los sueldos de los políticos. Mentiras, escupitajo.

         Dejemos de escupir nuestra rabia, nuestro dolor, nuestra indignación o nuestra impotencia. Aplaudamos con las palmas al revés, aplaudamos con las palmas al revés la poca dignidad de unos políticos que siguen diciéndonos que esto va mejor, aplaudamos con las palmas al revés la poca honradez de unos políticos que se llevan el dinero crudo y a puñados, aplaudamos con las palmas al revés la poca decencia de unos políticos que nos siguen engañando como a niños, a unos políticos que nos siguen contando cuentos aunque no sea Navidad. Porque cada vez que aplaudamos con las palmas al revés sabrán que están mintiendo. Y escupitajo.